Las Cataratas del Iguazú constituye uno de los principales atractivos turísticos de la Argentina. Diversa flora y fauna selvática la habitan y dejan en sus visitantes un marcado recuerdo de su combinación con la belleza natural del lugar.
Su magnificencia, su exuberante flora y su extraordinaria fauna se pueden apreciar realizando diferentes paseos en lancha o caminatas:
– La Garganta del diablo (salto mayor de 64 metros) ofrece un espectáculo de gran belleza, se accede a él a través del Tren de las Cataratas y desde su destino, la Estación de la Garganta del Diablo, se realiza una caminata de dos horas para apreciar una serpenteante línea de islas y balcones formados en los bordes del lugar.
Isla San Martín : partiendo desde la parte inferior, se puede apreciar una vista panorámica de la Garganta del Diablo, la Ventana y la Isla San Martín. destacada por su blanco entorno, se desciende por numerosas escalinatas y se recorre un sendero pedestre, rodeado de una espesa selva, pudiendo disfrutar de la parte inferior de los saltos. Si la permanencia en el lugar es extensa termina uno empapado, pues el vapor de agua allí producido forma una tenue pero incesante lluvia. Bajando por el sendero Punta Peligro, se podrá navegar por el río Iguazú y cruzar a la Isla San Martín.
Sendero Macuco: ofrece una salida tradicional para los amantes de la naturaleza, más de 3.600 metros de selva. Se pueden avistar macucos, monos aulladores, y un sinfín de insectos
Paseo Superior: el mirador, rodeado de una inmensa blancura, permite observar (desde el nivel más alto), un panorama completamente diferente del paisaje, se verá el agua despeñarse bajo de los pies. Aquí el agua cae desde 70 metros de altura, cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el agua al chocar con las rocas. Es memorable el ensordecedor sonido que ello produce.
En 1984 el sector Argentino y en 1986 el sector de Brasil de las cataratas fueron declarados por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.