Estamos criados por medio de programaciones, ideas repetidas una y otra vez incluso sin fundamentos que nos mantienen controlados cuales robots y entre esta crianza retrógada está el chip de que la familia siempre será primero, ante todo, ante todo y todos, incluso ante uno mismo, incluso cuando esa familia es «una familia tóxica«.
¿Qué es una familia tóxica?
Una familia tóxica es aquella donde se reconoce algún tipo de abuso que regularmente se oculta bajo la bandera del «lo hago por tu bien» o «eres mi hij@ y me perteneces», «tú no sabes nada de la vida», «estás por debajo mío», cosas por el estilo.
Desafortunadamente, estas ideas entran dentro de la programaciones antes hablada y que se dan desde el primer día en que llegamos a este mundo, por lo regular son conflictos entre los padres partícipes que no se han resuelto desde su infancia (y muchas veces ni siquiera saben que los tienen) y comienzan a exteriorizarlos en el entorno en que ahora sus hijos conviven.
Hay familias cuya toxicidad es tal que se invade de unos a otros pero se ve tan natural que así están acostumbrados a convivir y continuar por generaciones. El problema irónicamente, viene cuando una o más de las partes rompen con el patrón y comienzan a hacerse conscientes de su entorno, por lo regular sucede con uno de los descendientes como los hijos con los padres, nietos con abuelos o bien entre hermanos o tíos, etc.
Aunque este tipo de comportamientos tóxicos puede afectar cualquier tipo de relación familiar es más difícil de llevar cuando han una convivencia significativa y donde hay más vulnerabilidad emocional.
Algunos de los patrones que se identifican como tóxicos son:
- Abusos de cualquier tipo
- Chantaje emocional
- Violencia en cualquier sentido
- Negatividad
- Reproches constantes
- Rechazo y frialdad emocional
- Control
- Sobre-protección
- Desprecio y constante anulación
Sigue leyendo; Cómo desapegarte de una familia tóxica