La tecnología ha avanzado tan rápido en las últimas 2 décadas que hemos tenido que aprender a usar programas, productos y sistemas de la noche a la mañana, cada uno con un grado de dificultad propio que nos hace adentrarnos de una manera muy cautelosa mientras aprendemos de qué trata. Algo así ocurrió con las redes sociales y Facebook en particular.
Al inicio todos leíamos las clausulas y calibrábamos bien la privacidad antes de usar la red; sin embargo lejos de ser solo un boom como otras tantas propuestas, las redes sociales se han vuelto parte cotidiana en nuestras vidas.
La mayor ventaja de todo esto es la facilidad con que podemos hacer uso de estas tecnologías y cómo nos ahorran mucho trabajo, nos mantienen en comunicación acortando tiempos y distancias, sin embargo pareciera que mientras más las usamos en lugar de estar más atentos nos distraemos con mayor facilidad confiando en algo que honestamente no puede ser controlado y que no solo nos pertenece.
Por ello aquí te recordamos algunos de errores más comunes en el uso que le damos a Facebook y donde deberíamos redireccionar nuestra atención.
Aceptar cualquier solicitud de amistad
Un error muy grande y además peligroso, es aceptar la «amistad» de cuanta persona nos agregue, no sabemos quién está del otro lado de la pantalla y al usar las redes quedamos expuestas olvidando que cualquier contacto tiene acceso al resto de la información que publiquemos.
No cuidar el contenido de las fotos
Nos es tan normal darle «compartir» a esa foto que nos acabamos de tomar o en la que estamos etiquetados olvidando que no somos los únicos que podemos verlas, quizá haya fotos que parecieran inofensivas pero otros les pueden dar mal uso o bien simplemente es la imagen que estamos creando de nosotras mismas.
Stalkear otros perfiles
Aunque es hasta cierto punto «normal» que lo hagamos, el error está en pasar horas visitando otros perfiles y peor aún sentirnos comprometidos emocionalmente con la información que encontramos.
Publicar todos nuestros movimientos
¿Dónde?,¿Cuándo?,¿A qué hora? Entre tanta información que posteamos, no nos percatamos que estamos dando santo y seña de nuestros movimientos, información que puede ser utilizada por cualquiera para aprovecjarse o hacernos daño, a nosotros o a nuestros seres cercanos.
Contarle al mundo nuestras peleas
Lamentablemente uno de los usos más recurrentes de Facebook es como diario personal, una vez más olvidando que la información que compartimos queda a la vista de todos, claro que tenemos libertad de expresión y podemos explayarnos si nos sentimos inspirados, pero de eso a publicar cada pelea o mal paso hay una diferencia.
¿Qué otro error crees que se cometa al usar esta y otras redes??
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