La picaresca, el engaño o la defraudación, como lo quieran llamar sigue al orden del día y alcanza también al sector de las telecomunicaciones.
Doce de cada cien españoles según la SGAE se conecta habitualmente a la red del vecino, sumando además los veintiséis de cada cien que lo hacen a redes públicas gratuitas.
La protección de nuestra red sigue siendo muy escasa por parte de una gran mayoría y aunque ha mejorado en los últimos años, el 30% de los internautas aseguran que tienen su red protegida, pero que no saben de que manera.
Por otro lado, el número de conexiones inalámbricas también se ha resentido tras el ascenso en el 2011.
La razón es clara: La gran llegada de las redes 3G de alta velocidad.
Así pues, la protección de una red WIFI, no va más allá de una buena contraseña y cambiarla cada cierto tiempo.
Yo, por ejemplo la cambio todos los meses, algo que me permite que mi red, sea más complicado poder acceder a ella, el cambio, se produce tanto en contraseña como en el nombre de localización, por lo que intento que sea de la manera más efectiva posible.