Hay Santos a los que se le ha clasificado un poder especial para velar por los animales, comprenderlos y generar en nuestros tiempos peticiones que puedan reconvertirse en mejor energía y bendiciones para nuestros mejores amigos. Es el caso de San Francisco quien trató de todas las maneras comprenderlos tal y como se describe en su fábula «San Francisco y el lobo de Gubbio», en la que trata de calmar el hambre y el instinto de supervivencia de un lobo, que logra integrarse en la comunidad, en la que los hombres le dan de comer.
Desde ese momento, San Francisco se ha convertido en el Patrón de los animales, habiendo rezos específicos para protegerlos, para pedir el bien y la pronta recuperación para cuando hay alguno enfermo, para que la crianza de los cachorros vaya bien y en general, para que tengan una vida saludable y larga. Ten una imagen bendecida en tu casa y rézale, además de ponerle velas en la iglesia y tus peticiones se cumplirán.