Tradicionalmente, se ha sostenido que el vínculo madre e hijo se establece a través de la alimentación; pero existen teorías que ponen en duda tal aseveración. Una de ellas, y de gran apoyo dentro de la comunidad psicológica, es la teoría del apego; formulada por el psicólogo inglés John Bowlby.
Para este autor, el vínculo entre madre e hijo, posee un valor esencial para la supervivencia del pequeño. Las “crías” humanas, son una de las pocas que no pueden sobrevivir sin la ayuda de un adulto; nacen totalmente dependientes del cuidado externo. Para Bowly, el hecho de que el niño se mantenga en la proximidad del adulto, es una clara muestra de adaptación de la especie. La madre no solo brinda alimento, sino que cuida el niño de las situaciones que puedan poner en peligro su vida.
Por otra parte, Harry Harlow, psicólogo norteamericano, realizó investigaciones sobre el apego, separando a crías de monos de sus madres. Colocó a las crías en un espacio donde se encontraban dos cilindros de alambres que funcionaban como madres sustitutas. Un cilindro llevaba acoplado un biberón, y el otro una felpa. Este investigador pudo observar que las crías permanecían la mayor parte del tiempo en el cilindro con felpa.
Podemos decir entonces, que el vínculo madre e hijo va más allá del puro suministro alimenticio; ya que además se encuentra asociado a los cuidados y al afecto que ésta le provee.
Psicóloga~ Terapeuta~ Docente
La Licenciada Verónica M. Sargiotti Pieretto es Psicóloga especialista en Terapias Breves. Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba en 2002. Profesora en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba en 2004. Y Postgraduada en Psicoterapia psicoanalítica breve del Centro de Investigaciones Psicológicas en 2006.