La enseñanza, de manera genérica, puede definirse, siguiendo a Passmore y Fenster, como una actividad cuyo rasgo central es el compromiso de dos personas; donde una de ellas -poseedora de algún tipo de conocimiento o habilidad-, traspasa dichos conocimientos o habilidades a otra -que carece de las mismas-; mediante diferentes medios, técnicas o herramientas. El éxito o el fracaso de este traspaso, es decir, el logro o no del aprendizaje, no define esta actividad; puesto que la enseñanza expresa el propósito, y no el logro del mismo.
Pero si deseamos profundizar más en este concepto, resulta necesario destacar que la enseñanza es un proceso; es decir, un conjunto de elementos, actividades y sucesos que se interrelacionan, se modifican entre sí; y se mueven en alguna dirección. En la realidad, no existe un maestro enseñando a un alumno; no hay “un” poseedor del saber, sino “múltiples” poseedores de múltiples saberes. Más aún, las tendencias actuales, sostienen que el famoso triángulo educativo compuesto por docente, alumno y saber, debe ser sustituido por otro más complejo; donde la interrelación se establece entre: docente, alumno, saber y problema. El proceso de enseñanza sólo tendrá lugar, en el momento en que el aprendiz trate de resolver un problema en particular; cuando la necesidad por aprender esté presente.
La enseñanza es como proceso complejo, donde intervienen múltiples factores capaces de promoverla o disiparla.
Psicóloga~ Terapeuta~ Docente
La Licenciada Verónica M. Sargiotti Pieretto es Psicóloga especialista en Terapias Breves. Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba en 2002. Profesora en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba en 2004. Y Postgraduada en Psicoterapia psicoanalítica breve del Centro de Investigaciones Psicológicas en 2006.