¿Por qué somos agresivos? ¿Por qué agredimos a los demás? ¿Cuál es el origen de la agresión en el ser humano? ¿Se pueden mitigar la agresión?
Las causas, mecanismos y efectos de la agresión son tal vez uno de los temas más conflictivos dentro de la psicología. Su peso en tanto generador de conflicto social y su valor como dispositivo de cambio la elevan a una de las cuestiones centrales en los debates actuales no solo de la psicología, sino también de la sociología, la antropología y la economía.
Varias teorías intentan y han intentado dar respuesta a los interrogantes que rodean esta manifestación ofreciendo explicaciones que van desde el instinto al desbalance químico.
La teoría psicoanalítica postula la existencia de una agresividad innata, propia de todos los seres humanos en tanto tales, razón por la cual muchas de las expresiones de la agresión podrían considerarse “normales”. Similar es el planteo de la etología, no obstante su campo de estudio sea el comportamiento animal, como mamíferos superiores nuestra agresión se consideraría un “instinto primario, independiente de la influencia externa, cuyo fin es la conservación de la especie”.
Dentro de la misma línea, aquella que postula a la agresión como propia del ser humano, se encuentran las teorías biológicas. Algunos estudios han podido establecer que la excitación de determinadas áreas cerebrales, independientemente del ambiente en que se encuentre la persona, induce a conductas agresivas. Otros estudios han demostrado que el daño en el lóbulo frontal genera personalidades más agresivas. Por otra parte, y apoyándonos en estudios de gemelos idénticos también podemos señalar que la agresividad se encuentra entrelazada a la herencia genética y que es independiente del ambiente que rodea a la persona.
Desde otra óptica, varias teorías se orientan a establecer a la agresión como una conducta adquirida o aprendida. La teoría del aprendizaje social, de Albert Bandura, sostiene que las personas aprenden determinadas conductas de acuerdo a lo que observan y a los refuerzos-recompensas que reciben del medio (en primera instancia de la familia y en segunda instancia de la sociedad y la cultura). Otras teorías plantean el influjo del anonimato en la agresión en grandes ciudades, donde la estimulación constante y el clima impersonal propician la aparición de dicha conducta. Otros hechos que parecen respaldar esta postura, son los postulados por la antropología al demostrar la existencia de culturas pacíficas y culturas agresivas.
Cada teoría aporta su especificidad a la hora de responder ¿porqué somos agresivos?, cada teoría nos acerca más a la comprensión de este fenómeno; pero pareciera que la agresión estuviera multideterminada por el entrelazamiento de un conjunto de escenarios convergentes.
Psicóloga~ Terapeuta~ Docente
La Licenciada Verónica M. Sargiotti Pieretto es Psicóloga especialista en Terapias Breves. Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba en 2002. Profesora en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba en 2004. Y Postgraduada en Psicoterapia psicoanalítica breve del Centro de Investigaciones Psicológicas en 2006.
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