Con el nacimiento de un hermano, no solo se modifica la dinámica familiar, sino que los niños suelen comenzar a manifestar cambios en su comportamiento. Desde la noticia del embarazo, pueden iniciarse una serie de retrocesos normales en el desarrollo; como por ejemplo: pedir nuevamente el chupón o la mamadera, incontinencia urinaria, llantos a la hora de ir a la cama, miedos nocturnos, rabietas, etc.
Uno de los temores principales de los niños es perder el amor de sus padres; sentimiento que podrá intensificarse en los primeros meses de vida del bebé, cuando los padres dediquen mayor atención a éste que a los demás.
Esta misma situación descripta puede generar el incremento de los celos; llegando a escenarios extremos, si no se le dedica la atención necesaria.
El correcto manejo de esta situación, será la principal responsable de la resolución, o no, de la problemática. Los niños deben comprender la vulnerabilidad del recién nacido, así como las necesidades especiales de atención que éste requiere; y en las cuales ellos también pueden cooperar. Pero por sobretodo, deben comprender, y sentir, que el nacimiento de un hermano no modifica el amor que sienten papá y mamá por ellos.
Psicóloga~ Terapeuta~ Docente
La Licenciada Verónica M. Sargiotti Pieretto es Psicóloga especialista en Terapias Breves. Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba en 2002. Profesora en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba en 2004. Y Postgraduada en Psicoterapia psicoanalítica breve del Centro de Investigaciones Psicológicas en 2006.