Como ya les hemos dicho en otras oportunidades nos oponemos a la idea de que chicas lindas tengan que vestirse siempre de negro por el solo hecho de tener unos kilitos de más y usar tallas grandes. Por el contrario, hoy queremos dejarles algunos trucos para convertir los colores oscuros en aliados.
Es innegable que toda mujer, tenga tallas plus o regulares, necesita algunas prendas de vestir de color oscuro en su fondo de armario. Pero para beneficiarnos de estos tonos hoy les sugerimos que los reserven para faldas, bermudas, shorts o pantalones largos en tallas grandes, es decir, que lo mejor es intentar usar tonos oscuros en la parte inferior del cuerpo.
Esta recomendación se debe a que, generalmente, es en esta parte donde se tienen las zonas problemáticas que nos obligan a llevar tallas grandes: vientre abultado, michelines, revolveras, y caderas anchas. Como es cierto que los colores oscuros crean el efecto óptico de reducir volumen, estaríamos efectivamente disimulando las imperfecciones más notables.
A su vez, se dejarían los colores claros para la parte superior del cuerpo para que aporte luminosidad al rostro y el escote y se proyecte una imagen más alegre y juvenil.
Esta estrategia la podemos seguir tanto en atuendos formales como en los casuales o de sport.
En el caso de los pantalones en tallas grandes, los más favorables son los clásicos pantalones de corte recto, aunque si se trata de vaqueros, también pueden ser unos tipo oxford (que son rectos hasta la rodilla, a partir de la cual se abren un poco, son la adaptación contemporánea de los «pantalones campana» de los 70s).
En cuanto a las faldas de tallas grandes, son recomendables las faldas en A o también las faldas tubo, siempre escogiendo líneas limpias y simples que no aporten volumen ni recarguen, con un largo sobre la rodilla, o si eres muy joven un poco más corta.
Entendemos que los colores que denominamos oscuros o neutros y que recomendamos llevar en la parte baja del cuerpo (pantalones, faldas, shorts, y bermudas en tallas grandes) son el negro (que nunca debe fallar en el fondo de armario), gris y azul oscuro, marrón, morado, verde militar, etc.