Cómo se puede acabar así, cuánta desilusión me has dado, qué decepción he recibido. Cuántas canciones tarareado y escuchado, cuántos discos o r i g i n a l e s he comprado y cuántas rarezas me he d e s c a r g a d o. Cuánto tiempo te he seguido, por eso de ser único, por eso de ya ser un mito. Un mirlo blanco que todos los grupos han oído o huido. Me duelo lo que digo, pero se me acabó el mito. Ya te vendes cuando nunca lo has querido. Ya haces visitas hasta a los lugares, por ti, mas prohibidos. Qué recuerdos con aquel Joaquín Lucky. El hecho de escucharte me hacía especial, me jactaba de escuchar a alguien único, de hacer de mis pensamientos letras tuyas, pues creía en ellas y por lo genuino y fiel que siempre te habías postulado. Adiós, ya no compraré ni me descargaré aquello que tu haces, porque ya no lo haces desde el corazón no señor.
Me despido recordándote: “dónde estabas entonces…”