Normalmente la boca y la zona de los pómulos acompañan al ojo en cuanto al visagismo y a la verticalidad o inclinación se refiere. Por lo tanto, en cuanto estudiamos el rostro y sus correcciones lo hacemos de forma general.
Una vez escuché estudiando morfología facial, que “las cejas y los pómulos deben encajar perfectamente, como una tapadera en su caja”. Esta frase tiene un gran sentido, si visualizamos el rostro como una radiografía, es decir, solo la parte de los huesos, así veremos como el arco ciliar y su punto de alzada guarda una armonía impresionante con su pómulo respectivo.
Se trata de que cuando maquillemos los ojos y las cejas, ya estaremos definiendo el resto del ovalo incluso los labios.
Este dato nos ayuda a comprender en qué nos basamos a la hora de inclinar el colorete. Ahora bien ¿Dónde deberíamos aplicarlo? Y… ¿Cuál es la correcta medida?