Es evidente que para la mayoría de las madres primerizas, uno de los momentos más dificultosos en los cuidados del bebé es a la hora del baño. Los temores que surgen en ese instante es algo que normalmente le sucede a todas pero a través del tiempo los miedos y van disminuyendo.
Es importante tener en cuenta que, lo primero que se debe hacer es relajarse uno mismo porque al principio podrán haber muchas personas ayudando pero conforme pasan los días solo las madres estarán presentes. Además, es necesario tener todo listo y al alcance para no perder de vista al recién nacido que es lo más importante en esos momentos.
Eficiencia para el baño
A la hora de querer bañar al pequeño, es recomendable alistar la bañera antes de llevar al bebé a ese lugar, así mismo se debe ordenar la ropa que se le vaya a poner, el shampoo, creamas, colonias, ect, ya debe estar completamente listos para no dejar esperando a la intermedia al niño.
Seguidamente se debe ver si al agua no esta tan caliente, si esta a buen punto ya se podrá sumergir al bebé y al mismo tiempo se tendrá que sujetar su cabeza con la mano. El único cuidado que se debe tener es no mojarle el ombligo sí es que aún no le ha caído.
Precauciones a tomar en cuenta
En caso de que el bebé se llegará a resbalar y cae dentro del agua, no hay que exasperarse porque seguramente nada le va a pasar, solo es cuestión de sacarlo y listo. No va a tragar agua porque ya ha pasado 40 semanas sumergido en el líquido amniótico.
Finalmente, se debe tener presente que si el pequeño se sienta solito es necesario echarle agua por la espalda para que no quede fría, antes de echar al bebé a la bañera se le debe aplicar el jabón y la leche hidratante para que se mantengan calientitos.