Faltan apenas unas cuantas semanas para el gran momento y el doctor te ha recomendado reposo, pero en lugar de ello te sientes ansiosa y hasta con energía para hacer lo inusual, me refiero a que sin saber cómo o por qué friegas los pisos sin parar, cuelgas cortinas, coses ropa, lavas trastes, doblas toda la ropita que le has comprado a tu pequeño y la lista sigue y sigue…
Bien pues a este ímpetu por dejar todo listo antes del parto se le llama “síndrome del nido” haciendo alusión a las aves que preparan su nido para empollar a sus huevecillos, las futuras madres a veces sienten esta misma necesidad de dejar todo preparado, incluso yendo más allá de sus propias fuerzas.
Esta sensación es muy natural y hasta necesaria para sentirnos útiles y buenas madres, sin embargo hay que tener cuidado y escuchar al doctor, si nos ha recetado reposo es por algo. Puedes hacer actividades ligeras como doblar la ropa, acomodar las colchas en la cuna, poner en orden los documentos necesarios, hacer la maleta, colgar portarretratos… pero ponerte a martillar, subirte al banquillo para poner las cortinas, armar la cuna tú sola o ponerte a pintar el cuarto no es muy recomendado en esta etapa.
Si sientes que hay muchas actividades que aún te faltan y te hacen sentirte nerviosa lo mejor será pedir ayuda, a estas alturas no sería nada bueno que lastimaras tu espalda o incluso cayeras, desacelérate, sé que es difícil pero piensa siempre en tu bebé y realiza lo que esté a tu alcance.