El tener los pezones planos o invertidos suele ser todo un problema a la hora de practicar la lactancia materna. Son muchas las madres que al verse en este predicamento optan por reemplazarla con la leche de fórmula y suspender la lactancia.
Si este es tu caso, no desesperes, si bien puede resultar algo problemático el tener pezones planos o invertidos, no son una razón por la que debieras abandonar la lactancia materna y aprovechar todas sus bondades.
Se dice que un pezón es plano o invertido cuando no sobresale de la superficie de la areola en lo más mínimo o bien se encuentra retraído, a este último tipo también se lo conoce como pezón umbilicado.
No suele resultar un problema, salvo en la etapa de lactancia. Debido a que no sobresale lo suficiente y le resulta difícil al bebé poder introducirlo en su totalidad hasta el fondo de la boca y succionar de manera adecuada.
La dificultad de succionar puede provocar dolor en la madre, e incluso en algunos casos se pueden producir grietas en los pezones.
El dolor, la incomodidad y la dificultad del bebé para poder saciar su apetito hacen que muchas madres renuncien a la tarea de dar lactancia materna a sus hijos. Antes de tomar esta decisión, no dudes y descubre todas las opciones que tienes para poder tener una lactancia exitosa y sin dolor.
La primera opción puede considerarse un tipo de prevención, es decir, durante los últimos meses del embarazo ir preparando los pezones para una adecuada lactancia luego del parto. Todo mediante masajes y los llamados ejercicios de Hoffman.
Sin embargo, en algunos casos, en especial en los que exista algún riesgo de parto prematuro los médicos recomiendan evitarlos, por la simple razón de que la estimulación en los pezones puede producir contracciones en el útero, aumentando el riesgo de un parto prematuro.
Si no te fue posible preparar tus pezones antes del parto, una vez que tu bebé haya nacido podrás prepararlos de todas maneras. Puedes realizar los ejercicios de Hoffman o recurrir a algún otro recurso para formarlos.
Puedes encontrar en tiendas especializadas y farmacias diferentes opciones para poder trabajar en ellos.
Una de las primeras opciones es el formador de pezones, podrás encontrar dos tipos de formadores, los que son de tipo escudo y se usan dentro de la ropa interior, y van formando paulatinamente los pezones incluso desde el embarazo.
La segunda opción es un pequeño artefacto que ayuda a formarlo simulando la succión del bebe. Por lo general se recomienda su uso luego del parto.
Adicionalmente también puedes recurrir al uso de pezoneras o protectores de pezón que son una especie de plantillas que se colocan sobre el pecho el momento de dar la lactancia. A manera de barrera.
Pueden ser utilizadas para solucionar problemas de pezón plano o invertido, así como también pueden ser utilizados como protección en el caso de tenerlos muy lastimados.
Y por último, la posición hace mucho. El problema de los pezones invertidos suele irse solucionando a medida que el bebé en base a la succión y ayudado por alguna técnica o complemento van dándole forma al pezón.
Por experiencia personal, descubrí que algunas posiciones para amamantar me resultaban más dolorosas que otras y que de paso algunas de las posiciones ayudaban a formar de mejor manera el pezón al mismo tiempo que facilitaban el agarre de mi bebé. Así que puede que probar con las diferentes posiciones pueda ayudar bastante.
Lo principal en todos los casos es no dejarse abatir, y permanecer firme en la decisión de amamantar a nuestro retoño, una vez que se superan los obstáculos se podrá disfrutar de lo hermoso de la lactancia materna, no sólo conveniente por salud, sino también para afirmar vínculos y pasar un tiempo realmente hermoso con nuestr@.