Aún así ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, por ejemplo; un parto natural es como su nombre lo dice el acta para el que naturalmente nuestro cuerpo debería estar preparado, cuando se cumple al 100% con esta condición no hay ninguna complicación y al día siguiente la madre está en perfecto estado disfrutando de su bebé. Pueden reanudar sus labores, entre éstas el ejercicio sin mayor cuidado. Pero de no ser así, he conocido madres que han estado en labor más de ocho extenuantes horas pujando y agotadas, la episiotomía (corte en la zona del perineo) aunque ya es muy escasa aún se hace, así que aunque tengas parto natural puedes sufrir las consecuencias de una herida. Hay muchos casos donde tras varias horas de labor los médicos deciden incurrir a una cesárea.
En el caso de una cesárea, la principal ventaja que muchas mujeres ven es que su canal vaginal queda intacto, no hay un desgaste físico al momento de dar a luz, sin embargo la desventaja es correr los mismos riesgos que en cualquier cirugía mayor, así como el tiempo de reposo, debes esperar hasta 6 meses como mínimo para hacer ejercicio fuerte como abdominales o cargar peso.
Al final, sea cual sea tu elección o caso, pide a tu médico que te informe bien de todos los pros y contras y si al final elige una opción que no tenías en mente, no dudes en exigir una explicación detallada del por qué.