El baño es un momento muy especial tanto para los bebés como para nosotras como madres, además de procurar la higiene del pequeño es el pretexto ideal para estrechar lazos y estimular sus sentidos.
Sin embargo al ser un momento delicado, hay muchos mitos que giran en torno por ejemplo que no se debe bañar al recién nacido o que su baño debe ser exclusivo en tina ¡Olvídalo! Con los cuidados adecuados puedes bañar al bebé de muchas formas según más se te acomode en practicidad y como algo que ambos disfruten.
Su primer baño.
Más que de tu bebé, dependerá del cómo te sientas en la recuperación, por ejemplo si tu parto ha sido por cesárea, lo más probable es que aún no puedas cargar mucho tiempo al bebé o permanecer de pie y esto imposibilite un poco el baño en regadera.
Si tu bebé ha nacido durante clima frío o tuvo alguna complicación, entonces lo mejor sería solo un baño superficial sin sumergirlo en la tina, etc.
No obstante contemplando que ambos están listos para el gran momento entonces puedes tomar en cuenta lo siguiente:
- Para el primer baño del bebé elije el cuarto más cálido de tu casa (aunque sea verano).
- Acerca todo lo que pudieras necesitar; toallas, champú, ropa, tina, talco, pañal, esponja, una cobija, agua caliente, recipiente, etc.
- Utiliza una camita o adaptador para la tina mientras aprendes a sostener al bebé y controlas la técnica.
- Si decides bañarlo en tina y en un cuarto aparte, coloca agua fresca en la tina y acércate una olla con agua caliente para que vayas mediando y no se enfríe a medio baño, cuando la incorpores hazlo con mucho cuidado de que ésta caiga lejos del bebé y con tu mano esparcirla de inmediato.
- Utiliza champú con despachador o jabón neutro y una esponja muy suave, aunque los primeros días será mejor frotar con tu mano.
- Cierra ventanas y puertas para evitar corrientes de aire.
- Siente siempre la temperatura del agua con tu codo o brazo y no con las manos ya éstas resisten más temperatura.
- Coloca una manta o cobija a un costado de la tina y su ropita alrededor, encima de la cobija deja su toalla abierta lista para recibirlo.
- Baña a tu bebé dentro de la tina y sobre el adaptador, en ningún momento lo descuides o sueltes, puede que llore pero será por la nueva experiencia.
- Mientras lo sostienes con una mano, frota cuidadosamente su cuerpecito con la otra.
- Al terminar acércate una toalla al hombro y retira a tu bebé del agua, cúbrelo de inmediato y colócalo sobre la toalla que dejaste extendida. Sécalo perfectamente y procede a vestirlo.
Si decides utilizar la regadera puedes preparar todo su cambio en la habitación más cercana para la hora de vestirlo. Para la primera vez te recomiendo envolverlo en una manta delgada y así poder sostenerlo mejor y evitar que resbale. Igualmente utiliza un tapete anti derrape.