Se ha dicho mucho sobre la utilización de fajas en la etapa del post parto. Pero ¿en realidad son una ayuda o es simplemente un mito?
Son muchas las dudas que existen sobre su utilización, en especial de parte de mujeres que desean recuperar su antigua figura de manera rápida y permanente. Y tomando en cuenta la gran variedad de resultados, es normal que una se pregunte sobre su verdadera eficacia.
Lo más usual es que tu médico o matrona te indique o no su uso, mucho dependerá de tu caso, si es tu primer parto y tu condición física en el momento. Adicionalmente, se debe considerar el tipo de parto que se tuvo, no se actuará de igual manera si se trató de un parto vaginal que si se tratara de una cesárea.
Por lo general, tras un parto vaginal se pide a la paciente que luego de unos días utilice una faja. La principal razón, es para brindar soporte y compresión a los órganos y los músculos que de inicio se encuentran bastante debilitados por la gran distención que sufrieron.
En el caso de una cesárea, la faja es mucho más recomendada, ya que los órganos y el abdomen mismo sufrieron varios traumatismos durante la operación, pero debe se debe esperar un poco para evitar que la faja traiga complicaciones a la herida interna o a la sutura externa.
Se debe tener mucho cuidado con la estructura y forma de la faja, y cuidar que ninguna costura o doblez quede sobre la herida.
¿Por cuánto tiempo usarla?, el tiempo de uso también suele ser muy variable. En los partos vaginales la recuperación puede ser mucho más rápida que en el caso de la cesárea. Por lo que es necesario retirar la faja mucho antes.
Los fines terapéuticos de la faja se limitan a buscar la adecuada cicatrización y sostén, no así a la recuperación de la figura. Para conseguir ese efecto lo más recomendable es realizar una adecuada rutina de ejercicios y una buena alimentación. Siempre con el consentimiento y aprobación de tu médico.
Cada caso es diferente, pero la recuperación de la figura mucho en dependerá de la condición física de la mujer antes del embarazo y su estado físico luego del parto. Si desde un inicio se posee una buena tonificación muscular en el abdomen, será mucho más sencillo recuperarla una vez culminado el embarazo.
Si antes del embarazo no tuviste un estilo de vida activo, puedes intentar realizar actividades adecuadas durante tu embarazo, como la natación o el yoga, que si bien no son lo ideal, ayudaran de gran manera en la recuperación.
No se debe exagerar en el tiempo de uso de la faja, ya que puede resultar contraproducente a la recuperación de músculos del abdomen y de la espalda.