Displasia de cadera en bebés

Displasia de cadera, suena como algo bastante grave cuando un médico la menciona a los preocupados padres. Pero, ¿Qué es realmente y qué tan grave resulta?

La displasia de cadera o displasia del desarrollo de la cadera (DDC) puede sonar aterrador, y el hecho de que el doctor agregue que se trata de una luxación o subluxación de la cadera al nacer o los primeros meses de vida, puede causar pánico en muchos padres.

Esta afección, consiste en la aparición de un espacio mucho mayor que lo habitual entre el hueso fémur de la pierna y la cavidad en los huesos de la cadera, donde debe de engranar.

El hueso de la pierna puede salirse de lugar de manera intermitente o puede estar desfasada de manera permanente, este último caso suele recibir el nombre de cadera luxada.

La displasia puede ocurrir por múltiples factores, existiendo algunos factores de riesgo y otros de predisposición. Entre los factores de riesgo se encuentran factores genéticos, es decir si alguien en la familia ha tenido o tiene displasia.

El nacimiento de nalgas también puede ser un factor de riesgo, ya que la presión y la manipulación para que el bebé pueda salir del canal de parto pueden afectar o forzar sus articulaciones.

Incluso, existen profesionales que afirman que las probabilidades de tener displasia de cadera, en bebés del sexo femenino, es mucho mayor que en los varones.

Los factores de predisposición para padecer esta afección son también, la escoliosis o cualquier otro tipo de malformación en la columna del bebé, deformidades faciales o en las extremidades inferiores.

El excesivo peso del bebé también puede traer complicaciones al nacer y un cierto riesgo de padecer displasia. Los partos múltiples o prematuros al igual que el tratarse de primogénitos también deben considerarse para realizar una evaluación tras el nacimiento.

Una vez tu bebé haya nacido el médico neonatólogo realizará una evaluación para descartar la presencia de una displasia. Si no se realizó la evaluación o si no se encontró nada en primera instancia no hay de qué preocuparse porque pasados unos meses el pediatra podrá realizar una nueva.

Si se le diagnosticó displasia a tu hijo no debes alarmarte demasiado, cuando es descubierta a temprana edad suele realizarse un tratamiento mediante el uso de arneses especiales (correas de Pavlik) que mantendrán las piernas de tu bebé en la posición adecuada hasta que se encuentre consolidada la articulación de manera correcta.

DisplasiaEstos aparatos suelen utilizarse entre 2 a 3 meses dependiendo de cada caso y si bien es verdad que al principio resultará incómodo para tu pequeño, luego le será posible acostumbrarse a él e incluso en algunos casos hasta gatear con el arnés puesto.

Si no se realizó el examen de displasia a tu pequeño, solicítalo al médico pediatra ya que esa afección es más fácil de solucionar durante los primeros 6 meses de vida del niño. Si se descubre la afección pasado ya mucho tiempo puede que incluso el médico tratante solicite la realización de una cirugía y fisioterapia.

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