Los movimientos fetales o los movimientos de tu bebé, son una guía bastante útil para que los médicos tengan una idea de la salud actual de tu pequeño.
Por lo general, en conteo o la monitorización de estos movimientos es exigida por los doctores en casos especiales, como en el caso de embarazos de alto riesgo, embarazos que tuvieron complicaciones en un inicio o incluso en los embarazos múltiples.
Pero, si este no es tu caso, no existe ningún impedimento para que de todas maneras realices un conteo de movimientos fetales de tu pequeño. Para así, poder estar más tranquila y mantener informado a tu médico o partera sobre el avance de tu embarazo.
Este conteo se realiza normalmente a partir del último trimestre, ya que es entonces cuando la mamá está más consciente de los movimientos del bebé dentro de su vientre, existiendo menos probabilidades de confundirlos con los movimientos de origen gástrico.
Si ya te resulta emocionante el poder sentir las pataditas de tu retoño, el realizar este conteo te será útil para estar más consciente de sus movimientos, conocerlo mejor y aumentar aún más el vínculo madre-hijo desde el vientre.
El método es muy fácil de realizar y puede efectuarse cómodamente en casa. Lo único que necesitarás es una libreta, agenda o un block de papel donde puedas ir anotando diariamente los movimientos de tu bebé y realizar un registro.
No es recomendable que lleves el registro en el computador, porque lo ideal es que busques una posición cómoda, de preferencia recostada de lado. Estando en esta posición es más difícil que puedas escribir en la portátil.
En mi caso, me vino muy bien utilizar el móvil, así no olvidaba llevar mi libreta de registro a las consultas médicas para enseñarle los resultados del monitoreo al médico.
Una vez tengas a mano tu registro, libreta, móvil o donde sea que vayas a apuntar, debes determinar los momentos más activos de tu bebé durante el día y también los momentos que a ti te resultarían más cómodos, porque deberás dedicarle un buen rato al conteo.
Por lo general los momentos más activos de los bebés están de alguna manera relacionados a las actividades de la madre. Por ejemplo, el bebé se moverá más luego de que camines o realices alguna actividad física, luego de consumir alimentos, al momento de ir a dormir, tras tomar alguna bebida caliente o fría, o en el caso más común cuando consumes algún alimento rico en azúcares.
Una vez que elijas el momento del día en que quieres realizar la medición, toma tu libreta, recuéstate de lado, o encuentra una posición que te resulte cómoda. Anota la hora exacta y comienza a prestar atención a los movimientos de tu bebé.
Cada vez que el bebé realice un movimiento, ya sean pataditas, golpes o giros. Anótalos en la libreta realizando una marca. Algo muy importante en este conteo es que no debes de considerar el hipo fetal. El hipo fetal se caracteriza por movimientos repetitivos en el mismo sector y en intervalos de tiempo relativamente iguales.
Una vez que hayas contado diez movimientos, anota nuevamente la hora y observa cuánto tiempo tardó tu bebé en completar los diez movimientos.
El tiempo ideal debe de estar entre los 20 minutos y las dos horas. Si tu bebé después de dos horas no llegó a completar los diez movimientos, prueba cambiar de posición, moverte un poco o comer algo dulce para estimularlo. Si en el nuevo conteo notas que la actividad no aumenta informa a tu médico lo antes que puedas.