La acción de las hormonas durante el embarazo, producen múltiples modificaciones durante el embarazo al cuerpo de la mujer, y los cambios en la piel suelen ser los más comunes. Descubre cuáles son, si son permanentes y si pueden evitarse.
La piel, es uno de los aspectos que por lo general las mujeres solemos cuidar más, independientemente de si estamos embarazadas o no. Y si bien durante el embarazo la piel suele verse más radiante y tersa por efecto de las hormonas, estas también pueden jugarte una mala pasada.
El brillo en piel y cabello, se da principalmente por el hecho de que la producción de grasa en las células sebáceas incrementa. Algo conveniente, siempre y cuando los poros no se obstruyan y generen un problema de acné.
La piel se torna mucho más sensible, pudiendo reaccionar de manera alérgica a algunas cremas, jabones y perfumes. Y si este es tu caso, trata de determinar qué producto es el causante y reemplázalo por otro más suave e hipoalergénico.
Esta sensibilidad también se da en cuanto a la exposición solar se refiere. Es muy común que durante el embarazo se desarrollen manchas en el sector de la frente, las mejillas bajo los ojos, y alrededor de la nariz.
Esta afección llamada cloasma o melasma, comúnmente también denominada máscara o paño, suele desaparecer luego de unos meses de transcurrido el parto, pero si no se toman las debidas precauciones, como evitar exponerse demasiado al sol y no utilizar ningún tipo de protector solar, las manchas pueden permanecer.
El oscurecimiento de la piel no solamente se da en el rostro, también es común que otros sectores tomen más pigmentación o que la adquieran. Tal es el caso de las areolas, la delicada piel que rodea a los pezones. Es completamente normal que durante los primeros meses de embarazo se oscurezcan o incluso que aumenten su diámetro.
Los cambios en la piel de las areolas suelen ser permanentes, pero en algunos casos pueden retomar su coloración normal, al cabo de mucho tiempo de haber concluido el periodo de lactancia.
Otros cambios de color comunes en la piel, son el oscurecimiento de algunas zonas, en especial las zonas cercanas al área genital. Situación que no debe preocuparte porque de igual manera desaparecerá al término del embarazo.
Otro de los cambios en la piel, muy común es la aparición de la línea negra o la línea alba, se trata de una línea en el abdomen que suele atravesar el ombligo y extenderse hasta el inicio del vello púbico.
Esta línea suele aparecer por dos razones principales, el incremento de hormonas en el cuerpo y el estiramiento de la piel. En realidad esta línea siempre se encontró en ese lugar, simplemente que de una tonalidad mucho más suave e imperceptible.
Ahora con el estiramiento de la piel y las hormonas la división natural que existe en los músculos abdominales se hace más evidente. Nada que te deba preocupar, ya que también desaparecerá. Pero nunca está demás ayudar a que todo regrese a la normalidad, aplicando humectante en la zona desde el inicio del embarazo.