Una de las razas de perros más extendidas en los últimos tiempos es, precisamente, el bulldog francés. Tras aparecer en una de las películas de la saga “Torrente”, esta raza se puso de moda y se convirtió en uno de los perros preferidos por muchos.
El éxito que tiene esta raza estriba en su extremada tranquilidad y su carácter bonachon. A pesar de que los bulldogs no siempre son así, el bulldog francés se caracteriza por ser un perro sumamente cariñoso que no suele dar ningún tipo de problema de comportamiento sino más bien al contrario.
Evidentemente, estas características lo convierten en un perro ideal para convivir con otros y especialmente con los niños.
El origen de esta raza se cree que es británico y surgió como un cruce lo que hace que, esta raza, tenga diversos problemas anatómicos como ocurre con la mayoría de las razas “creadas”. Los bulldogs franceses se caracterizan por tener bastantes problemas de salud que pueden ir desde problemas respiratorios (al tener un conducto respiratorio bastante corto) a problemas oftalmológicos (por tener los ojos saltones) pasando por problemas dermatológicos.
Todo esto puede hacer que la gente se eche atrás a la hora de adquirir una raza tan “problemática” pero lo cierto es que, el carácter de este tipo de bulldog, supera con creces todos los inconvenientes que pueda sufrir posteriormente el perro. Además, manteniéndolo sano y cuidado esos problemas pasarán desapercibidos.