Las aves son animales vertebrados de sangre caliente. Como ya hemos comentado anteriormente, estos animales se mantienen sobre sus dos patas traseras y cuentan con dos extremidades superiores en forma de alas que están cubiertas por plumas. Estas extremidades superiores sirven en muchos casos para que estos animales puedan volar y planear de manera que es una de sus formas de desplazamiento pero esto no es así en todos los casos.
Existen algunos tipos de aves que, a pesar de tener alas, no cuentan con la capacidad de volar. La principal explicación que se da para este hecho es que, aunque en un principio estas extremidades les servían para volar, poco a poco se les fueron atrofiando porque no les eran necesarias. El hecho de que no las usen se debía a que podían conseguir alimento de otra manera y volar era un gasto energético innecesario.
De hecho, si nos paramos a pensar en aves que no vuelan como los pingüinos, somos conscientes de que esto se corrobora. Los pingüinos cazan en el agua de manera que no necesitan volar. Otro de los ejemplos más claros es el de avestruz aunque debemos tener en cuenta que existen al menos 60 especies distintas incapaces de volar a pesar de tener alas.