Los gatos son otra de las mascotas preferidas por muchos para tener en su propia casa, de esta manera, se hace imprescindible que abordemos una serie de conceptos a la hora de tener uno de estos animales en casa.
Lo primero que debemos tener en cuenta y asumir es que, la personalidad de los gatos es muy distinta a la de los perros. ¿Qué implica esto? Primordialmente implica que no vamos a poder educarlo de la misma manera y que, entonces, vamos a tener que atender a otro tipo de pautas para conseguir que nuestro gato sea una mascota equilibrada y que la convivencia sea adecuada.
Dado que los gatos no se mueven por jerarquías con un líder, no nos sirve el tratar de enseñarle que nosotros somos los “jefes” al igual que tampoco es útil el castigo físico (jamás golpeéis a un animal, no aprenden de esa manera).
Básicamente, lo que debéis hacer es enseñar a vuestro gato a realizar diversos comportamientos alternativos a aquel que os resulta molesto. Y, para evitar que lleve a cabo comportamientos inadecuados, no es necesario castigar de otra manera sino realizar algún ruido o emitir algún sonido como por ej.
con un tono estridente para que el gato asocie dicho comportamiento con algo molesto y deje de emitirlo.
Como veis, las pautas son sencillas y no implican daño ninguno ni para vuestra mascota ni para vosotros. Recordar que debemos educar a nuestros animales para que sean una buena compañía.