Hay determinadas flores y vegetales que hacen especial a cualquier arreglo floral, sin embargo, en el caso del arte floral japonés, hay que tener en cuenta su máxima. Y no reside en sí en la flor o el cuenco, bandeja o plataforma que se elija. Simplemente ha de ser armonioso,
Así que, para las líneas sujeto, de las composiciones verticales se pueden utilizar gladiolos, lirios, espuelas de caballero (Delphinium ajacis) o, por ejemplo, un tallo de Molucella laevis, muy llamativa pues tiene la peculiaridad de tener flores verdes. En el caso de que se realice una composición de hana simple inclinada, las líneas sujeto pueden ser tallos de adalia (Fatsia japónica), membrillero de flor (Chenomeles japonica) o ramas de arce.
Para los objetos, se pueden utilizar caléndulas, cala (Zantedes aethíopica) y cualquier otra especie que se complemente y armonice con las líneas sujeto.
Como siempre, es una idea orientativa, en la que prevalece la armonía por encima de cualquier otra característica.