Repetar el entorno natural y producir alimentos de calidad. Bajo estos dos principios se asiéntalo que se conoce como agricultura ecológica, una tendencia cada vez más utilizada que busca el consumo de alimentos sanos y sin restos de las sustancias toxicas que se suelen incorporar en el proceso de cultivo, almacenamiento, recolección y comercialización.
Para lograrlo y alcanzar buenos resultados en la producción, es necesario conservar y mejorar la fertilidad del suelo y acatar determinados principios básicos: usar la rotación de cultivos para evitar que la tierra se desgaste y pierda determinados nutrientes.
Evitar productos químicos para combatir enfermedades o plagas. Cualquier problema se erradica usando métodos naturales (con insecticidas naturales, otros insectos….)
Usar material orgánico, como los desechos de animales, el estiércol para envolver la tierra las sustancias que extrae el cultivo.
Los alimentos ecológicos son de mejor calidad, más nutritivos, sabrosos, sanos y con mejor aroma
El césped no es muy aconsejable en un jardín biológico porque requiere mucho mantenimiento: riego, abono, perfilado, aireado, control de hongos, de plagas… una alternativa es cubrir el suelo con plantas tapizantes