De hojas verdes o variegadas, con flores, de gran porte o colgantes, las plantas de interior pueden fascinar con su plenitud si se acierta en su distribución y sus cuidados.
Originarias de climas tropicales, las plantas denominadas de interior.
De acuerdo con las condiciones climáticas del entorno, un ficus, por ejemplo, puede crecer como planta de interior o transformarse en un llamativo árbol que despunta con fuerza plantado en la tierra.
Así pueden crearse en casa pequeños pero atractivos jardines, a los que se habrá de dotar del ambiente adecuado para que las especies reunidas crezcan con normalidad. Originarias, entre otros lugares, de la Polinesia o la frondosa selva amazónica, es posible reproducirlas o conservarlas en interiores teniendo en cuenta sus características y particularidades.
Las plantas de interior desempeñan un papel muy importante a la hora de plantear la decoración de una casa. Como complemento ornamental por excelencia, pueden realzar un ventanal hasta entonces desangelado.