Recuperación de una planta desgarbada

 

Cuando una enredadera pierde la forma hay que podarla. Se puede aprovechar el porte y las cualidades de una enredadera para adecuar su crecimiento a nuevas formas. En el caso de una hiedra se le puede colocar un soporte en espiral cónica con el fin de que crezca de acuerdo con esta silueta, pero a causa de un crecimiento incontrolado se ha vuelto desgarbada. Hay que recuperarla.

Lo primero que hay que hacer es desenrollar uno a uno todos los tallos de la hiedra para separarlos entre sí y dejarlos al margen del alambre. Sólo así podrá observarse el crecimiento real de cada una de las partes de la planta y valorar cuáles nos interesa preservar y cuáles no.

Una vez hecha la valoración del desarrollo de la planta, se debe proceder a prescindir de los tallos más antiguos. Para ello, hay que recurrir a una tijera de podar y cortar todos los tallos en su base, excepto los más jóvenes. Se deben dejar tres o cuatro para volver a dar forma a la planta.

4.4

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