Una de las tareas más satisfactorias de las plantas de interior es el cultivo de nuevos ejemplares a partir de los distintos tipos de multiplicación de las plantas.
Muchas especies enraízan con mucha facilidad y producen plantas nuevas en pocos meses. En algunos casos es necesario obtener nuevas plantas puesto que la primitiva se desluce. La multiplicación de las plantas se puede obtener a partir de varios procedimientos. Estos procedimientos pueden valer para muchos tipos de nuestras plantas, otros son específicos para unas determinadas. Sin embargo, lo que es común a todas es el orgullo de conseguir una nueva vida a partir de una dada.
De los distintos métodos que se van a enunciar a continuación no se clasificará para qué planta es propicio o no, simplemente se podrá dar una generalidad pero no se concretará. El interés de la persona que esté intentando multiplicar la planta debería ser suficiente para saber qué o cuáles son los métodos más apropiados para conseguir su objetivo.
También es necesario resaltar que la paciencia es una necesaria aliada en estos proyectos, y desterrar el olvido de determinados pasos que nos llevan al fracaso.
Pues bien, los distintos tipos posibles y no únicos que existen para multiplicar nuestras plantas pueden ser:
Esquejes de tallos, de agua, de hoja entera y de fragmentos de hojas. Por división de planta. Por acodo, acodo aéreo. Raíces tuberosas o tubérculos. Rizomas. Bulbos. Hijuelos o retoños. Estolones.
Hay más como los embriones foliares o por esporas…etc.
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