Si el acodo simple o múltiple es fácil de realizar, no ocurre lo mismo con el acodo aéreo, al menos en su realización, después solo cabe que
esperar.
El acodo aéreo consiste en realizar en un tallo o mejor en una rama una par de cortes distanciado de tres o cuatro centímetros. Eliminar la corteza y parte de su interior. Espolvorear enraizador en ese hueco generado. Se coge film transparente y se sujeta por un lado del corte de modo que rodee toda la rama y al otro lado quede todo el corte. La imagen de esta composición es que el film forme una especie de cono o cucurucho fijado en un extremo. Coger musgo humedecido y rodear toda la rama, de forma que toda la zona de la operación quede envuelta por el musgo, acto seguido cerrar el cono de film al otro extremo. Una vez cerrado hacer como un husillo con cuerda con el propósito
de que el musgo rodee por completo toda la hendidura realizada y, finalmente, se tapa todo el mecanismo con papel de periódico para que no entre luz. Como hay que mantener el musgo húmedo se puede mantener mediante una jeringuilla inyectando agua. Este proceso hay que realizarlo cada 15 días. Cuando inyectemos agua podemos observar si van apareciendo raíces. Si tenemos éxito, podremos separar la rama cuando el husillo esté completamente repleto de raíces.
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