La humedad atmosférica, que afecta a la transpiración de las plantas es distinta a la humedad que requieren las raíces. Normalmente, salvo excepciones, la humedad relativa para unas plantas ha de oscilar entre un 60 y un 80%. Sin embargo, en el interior de las casas la tendencia es que esté por debajo del 60% y, añadiendo las calefacciones, puede ser seco.
Cabe destacar que las plantas que nos gustan proceden del trópico, como las orquídeas, muchos helechos y las plantas frondosas de hojas pequeñas, requieren un alto grado de humedad.
Para contrarrestar esta sequedad ambiental existen algunos recursos para aumentar la humedad.
El agrupamiento de las plantas, pues al unirlas permiten mantener una humedad más constante.
Apoyar las plantas sobre agua separadas por guijarros para evitar que se pudran las raíces.
Pulverizando las hojas de forma periódica con agua tibia y sin sales.
Además es importante tener limpias las hojas, para que los estomas, responsables de la respiración de las planta, funcionen correctamente.
La mejor opción, para mantener la humedad de las plantas, es un evaporador eléctrico o humidificador. Este expulsa el agua en partículas diminutas mediante un motor eléctrico. El problema es que si no tenemos algo que elimine la cal, nos pueden llenar los muebles de motas blancas.
Pero tanto hincapié en la poca humedad puede dar como resultado el proceso inverso, la humedad desmesurada puede convertirse también en algo perjudicial, ya que si no sabemos equilibrar el agua suministrada, podemos generar condiciones que favorecen la proliferación de hongos. Por lo tanto, se recomienda mantener las plantas juntas pero dejando un espacio suficiente entre ellas y nunca pulverizar sobre las hojas pilosas.
Las necesidades de humedad ambiente difieren también de acuerdo a las especies, como regla general se puede decir que, para mantenerse vigorosas y turgentes, las plantas de hojas finas requieren mayor porcentaje de humedad que las que tienen hojas gruesas o coriáceas.
Decir que, si bien las plantas son productoras naturales de oxígeno y no necesitan que se les proporcione, sí necesitan que se renueve el aire dentro de los ambientes cerrados, a fin de disminuir la temperatura y la humedad excesivas, fortalecer los tallos y eliminar los vapores tóxicos.