Para que las ramas queden fijas, hay que utilizar puntales o soportes. En la fijación en cruz se introducen pequeñas ramas flexibles de madera cruzadas por debajo del borde del jarrón, permitiendo que las ramas se aguanten en su lugar. En el caso de las ramas inclinadas se pueden utilizar puntales o palillos insertados al final de la rama cortada que actúen como contrapeso. Así conseguiremos la inclinación deseada y parecerá que virtualmente flota. O mejor dicho armoniosamente.
Una de las cuestiones que se nos pueden pasar por la cabeza es cómo ocultar el kenzan. Para evitar que el kenzan se vea una vez hecha la composición, existen varios trucos. El primero consiste en repartir pequeñas piedras por encima del soporte. Otra posibilidad es ocultarlo con hojas naturales o secas que armonicen con el conjunto del ikebana realizado. Finalmente, también se pueden incorporar pequeñas canicas de colores en tonos apropiados y no demasiado grandes.