También conocido como mildiu gris, este daño se puede confundir con el provocado por un insecto llamado “trip”. Resiste bien el invierno en el material muerto de la planta infectada.
Esta enfermedad puede atacar a cualquier planta, siendo las más propensas aquellas que tienen hojas blandas y tallos
tiernos y carnosos.
Las condiciones para su desarrollo son temperaturas suaves y con una humedad relativa elevada. Así que una primavera húmeda es el hábitat ideal para este hongo. Infecta penetrando en las heridas que han sido provocadas por la poda, insectos y cambios de temperatura elevados, produciendo grietas. Las plantas propensas a este hongo han de ser regadas por abajo, es decir, echar agua en su plato y media hora después del riego eliminar el agua residual. Hay que procurar que las plantas no estén húmedas por la noche, así que es preferible no rociarlas y regar durante las primeras horas de la mañana. También resulta conveniente ponerlas más cerca de los rayos solares y que se aireen bien.
Este hongo produce lesiones marrones y aparece un moho gris sobre las hojas, capullos y flores. Puede provocar la muerte de la planta si esta es joven. Ya instalado el hongo en nuestra planta se debe eliminar las zonas infectadas. Y contrarrestar este moho con fungicidas sistémicos, pues el ataque es en la superficie.