La alternosis es un hongo de los que se registran con mayor frecuencia en las muestras de aire de exteriores. Cuando este índice es muy elevado, en los días más calurosos y húmedos puede entrar en el interior de las viviendas.
La alternaria se caracteriza porque, en las zonas atacadas, aparecen unas manchas de color negro o pardas, bien delimitadas.
La mala alimentación de la planta le hace propensa a que sea atacada por este hongo. Desarrollando una pudrición firme y esférica, que solo compromete la parte superficial de la zona afectada.
Aparece un moho oscuro con aspecto aterciopelado de color verde oliváceo. En los residuos de las plantas puede perdurar por lo que hay que eliminarlos.
Generalmente los efectos de esta enfermedad no producen daños graves porque queda en zonas localizadas y definidas que han sufrido alguna herida. Por lo que las herramientas han de estar esterilizadas y observar si existe algún insecto o el frío ha hecho alguna mella en nuestra planta.
Su mejor tratamiento es la prevención con oxicloruro de cobre, aplicando las dosis cada quince días.