Es norma que los recipientes instalados en oficinas estés repletos de un completo surtido de plantas. Normalmente esto es un problema, no porque las mezclas no sean las más indicadas, sino porque resulta difícil combinar distintas plantas y corresponder a sus respectivas necesidades de crecimiento. Una prefiere un poco más de luz, otra suelo más seco, para una tercera la tierra de la maceta es demasiado ácida, mientras que la cuarta padece con la temperatura. El resultado de esta combinación es que mientras unas perecen las otras prosperan.
Es por tanto aconsejable que siempre que se pueda se empleen recipientes individuales de buen tamaño. De esta forma se pueden combinar los recipientes a fin de obtener agradables resultados. Si no gusta ver la tierra que aparece debajo de una planta grande, se puede emplear una de poco desarrollo que no compita con la principal.
Recordemos que hemos de adaptarnos a las plantas. Que son elementos con vida y no objetos inertes que quedan bien ahí.