Siguiendo con el principio de tres o lo que es lo mismo, con el simbolismo de las líneas Nuestra individualidad sintetiza la verdad del cielo. La fuerza que hace crecer cada planta y las flores es la misma que conduce el arreglo floral.
El discípulo de Ikebana (cuyo significado es “vivificar las flores, o dar vida a las flores), debe trabajar hasta conseguir la armonía de estos tres principios: la unión del corazón, la unión de la flor con el corazón del hombre y el corazón del Universo, que son una misma cosa. De este modo vivirán en comunión esencial con la planta y con todo el Universo.
Otra versión, adoptada por la academia Sangetsu, de vivificación floral en relación al simbolismo del tres:
Esta versión considera que el Sol, la Luna y la Tierra son las fuentes de energía que garantizan la vida de todo lo manifestado en nuestro planeta.