El principio del tres, que constituye la base del Arreglo Floral, tiene su origen en el budismo.
Es un principio espiritual con un significado cósmico. Se representa por tres líneas maestras, definidas con ramas y hojas, que dan la forma de lo que se quiere expresar con el arreglo. De la armonía y equilibrio de estas tres ramas principales depende la belleza del conjunto.
Existen variaciones sobre el simbolismo del tres. Una de las versiones considera los tres principios:
Zen (cielo, el ramo más alto).
Jin (hombre, el ramo medio).
Tchi (tierra, el ramo más bajo).
Según esta versión, el hombre está situado entre el cielo y la tierra. Recibe su alimento espiritual del cielo y su soporte son las raíces terrestres, de modo que al mismo tiempo es uno con el Corazón Universal y con el Fundamento Primordial, y vive a partir de su propio centro, que para él equivale al centro del mundo.