El curare

Ampihuasca como la llaman una tribu peruana, donde ampi significa veneno. El curare no es un veneno mortal en si, pero es un paralizante, y la muerte sobreviene cuando los pulmones se paralizan, en breves instantes.

La variedad del tipo Chondrodendon Tomentosum es una de los principales ingredientes de esta poción.

Aunque se ha determinado que existen tres variedades de este veneno, todo fruto de la mezcla de determinadas plantas alcaloides.

La elaboración del curare es una actividad exclusivamente masculina que se realiza en la selva, en un pequeño cobertizo edificado para la circunstancia a cierta distancia de la casa. Durante toda la duración de la elaboración del veneno, los alrededores de ese cobertizo son estrictamente prohibidos a las mujeres y a los niños. Una vez reunidos, los distintos ingredientes se cuecen a fuego lento en una olla de barro (ichinkian); al cabo de un día entero la cocción adquiere la consistencia pegajosa y el color negro intenso, característicos del tseas. Durante la cocción, los hombres cantan unos anent especiales destinados a fortificar el curare. Estos encantamientos se dirigen directamente al tseas en el modo vocativo para ordenarle que «beba la sangre» de los animales contra los cuales se empleara, siendo cada especie de caza nombrada una tras otra. La fabricación del veneno, exige además un ayuno riguroso y una total abstinencia sexual del preparador tanto durante la recolección de los ingredientes como durante la cocción propiamente dicha.

 

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