En la época de las habas frescas, en la que encuentran todo su esplendor hay que aprovechar y cocinarlas gracias a su versatilidad, se pueden guisar con jamón, con alcachofas, a la menta etc.
Pocas calorías
Debido a su mayor cantidad de agua y al menor aporte de hidratos, las habas frescas proporcionan cinco veces menos calorías (54 Kcal. por cada 100gr) que su equivalente desecado (317kcal) un detalle si estás a dieta.
Saciante y laxante
Tanto frescas como secas son una reserva natural de fibra. Una ración de 250gr de habas tiernas aportan casi la mitad del aporte de fibra que necesitamos al día.
Ideales para el embarazo
Gracias a una fuente de acido fólico, esencial para el desarrollo del feto. Te aconsejo
acompañarla de espinacas, escarola o berros.
Cerebro en forma
Al igual que la soja, las habas destacan por su contenido en lecitina, sustancia que refuerza la memoria, tómalas con huevos o en tortilla.
Fuera de temporada puedes comprarlas en conserva o congelarlas tú mismo después de escaldarlas.
