Las telas proporcionan infinitas posibilidades decorativas para vestir el hogar. Con ellas se puede transformar el aspecto de un salón tan solo cambiando la tapicería del sofá o el tejido de las cortinas, o añadiendo pequeños detalles como cojines. La amplia gama de colores, texturas y calidades que proporciona las telas permite vestir la casa con las más adecuadas según cual sea la estación del año; el ambiente del salón resultará más fresco cubriendo el sofá y los sillones con plaids ligeros de lino o algodón en verano, y muchos más cálido en invierno si se opta por fundas de pana o tejidos de lana.
Las telas tienen la cualidad de adaptarse a cualquier ambiente, tanto a los espacios íntimos de la casa, como a las zonas comunes del salón, la cocina, el recibidor o el pasillo. Colocadas en las ventanas, en forma de cortinas o visillos, o cubriendo una mesa, un sofá o la cama, aportan personalidad al hogar.