Chaning Tatum y Rachel McAdams nos recrean en este film romántico la historia real de un matrimonio joven y feliz, cuya vida se trunca con un accidente de coche. A raíz de este trágico suceso ocurrido poco después de su boda, la mujer, Paige, entra en coma y al despertarse no recuerda a su marido ni nada de lo ocurrido durante los últimos años de su vida.
Tras haber visto la película me he quedado con sensaciones contradictorias. Por una parte está basada en una historia real, muy bonita y que en la película se refleja muy bien, además de tener un par de escenas realmente emotivas. Pero por otro lado hay varias ocasiones en la película en las que he pensado «no está pasando nada» o que le faltaba ritmo, lo que he confirmado al descubrir que había durado dos horas, pues se podría haber contado lo mismo en hora y media.
Es una película aceptable, pero en mi opinión tiene dos grandes problemas que le impiden ser realmente buena o llegar a la altura de otros títulos románticos protagonizados por sus actores como El Diario de Noah o Querido John: la falta de ritmo, sobre todo cuando el final es previsible y falto de emoción y la falta de química por parte de sus protagonistas, quizás la chispa que le faltaba a la película.