Vamos a dar paso a una mini-serie de seis capítulos que desde el mínuto uno, empezó a destacar, y está seríe, realmente lo hace, por lo que el haber dejado la serie de la que proviene, se canceló por allá en los sesenta, dejando una trama realmente sin acabar, y volver nuevamente hizo finalmente que tuviera un final realmente digno.
Una serie que mantiene en todo momento al espectador perdido por el hecho en el que el protagonista se envuelto en los primeros capitulos, siendo ese quizá el objetivo, mantener al público en medio de la trama sin poder saber que es lo que va a pasar con un final cerrado, algo que realmente me gusta ya que los finales abiertos, poco sentido tiene.
El protagonista, llamado número 6, se ve envuelto rodeado en una población en el desierto, donde todos son números, nadie tiene nombre.
Es una serie realmente rara, porque no se acaba de entender ese entresijo de nombres a cambio de números, que no todos ven más allá que la villa en la que viven, eso sí, el alcalde, se encargar de dar a ver que no existe nada más.
Hay que mencionar, que tanto el guión, los planos y la realización es realmente impecable, con una recreación original sin desentonar absolutamente nada, de lo que podría ser la versión original, eso sí, puntualizando que nada tienen que ver aquellos tiempos, a los de ahora, por lo que se ve todo como más serio, más real.