En el Festival de Cannes, debuta con “Blood Ties” el actor británico Clive Owen quien, hasta la fecha, no había mostrado ninguna de sus películas en el Festival francés. Owen entró en este proyecto gracias al mexicano Alfonso Cuaron, el cual lo puso en contacto con el director francés Guillaume Canert, y le aconsejó tomar el proyecto en serio.
Guillaume Canert mostrará su primera película estadounidense, en la cual narra una historia curiosa, pues en realidad es un remake de la primera película en la que se le ofreció actuar a Canet y que le hubiese gustado dirigir («Les liens du sang», de Jacques Maillot), que a su vez está basada en la novela «Deux Frères, un flic, un truand», de Michel y Bruno Papet.
Ambientada en los setenta, «Blood Ties» narra la historia de dos hermanos, un ladrón (Clive Owen) y un policía (Billy Crudup), con una tensa relación. Owen sale de la cárcel e intenta rehacer su vida con una joven (Mila Kunis), pero la falta de oportunidades le llevará de nuevo a moverse al margen de la ley. Su hermano (Crudup), que está enamorado de una mujer negra (Zoe Saldana) en una época donde las relaciones entre personas de diferentes razas seguían siendo mal vistas, se ve forzado a enfrentarse con él.
El reparto de la cuarta película de Canet cuenta además con James Caan, Noah Emmerich y Cotillard. «Es la segunda vez que trabajo con él y he visto la misma energía y fascinación a la hora de dirigir. Dirige bien a los actores y siente respeto por su trabajo. Me encantaría volver a trabajar con él», dijo Cotillard («La vie en rose»), que además es la pareja de Canet en la vida real.