Ahora que estamos sobrecogidos con lo sucedido en Japón, el terremoto y el posterior maremoto. Cabe recordar que hace más de veinticinco años (1985), un terremoto asoló México. Centenares de personas murieron y otras miles estuvieron malheridas.
Un remedio natural, que antes utilizaban los indígenas desde hacía siglos, se mostró como el medicamento más eficaz, accesible y barato para curar las heridas y quemaduras que sufrían muchos de los supervivientes.
Se trataba del tepezcohuite o también llamado “árbol de la piel” que, aplicados sobre las heridas y quemaduras, el polvo de su corteza, aliviaba el dolor, acelerando la curación y evitando la aparición de las cicatrices.
A partir de entonces este polvo de corteza ha sido examinado y estudiado por científicos obteniendo resultados asombrosos. Una de sus aplicaciones hoy en día se asienta en la estética. Introduciéndose, este producto natural, en muchos cosméticos como cremas anti-edad. Debido a su capacidad de regenerar tejidos y prevenir la aparición de arrugas.

Estoy encantada con las cremas que están hechas con «árbol de la piel «.Mi dermatis ha desaparecido y mi piel está muy bien.Gracias