Es totalmente natural que, después de una depilación con cualquiera de los métodos tradicionales, la piel quede mucho más sensible, seca y algo áspera. Para devolverle su lozanía recomendamos aplicar alguna de las siguientes formulas que se detallan a continuación:
Baño de avena: preparar una papilla espesa con avena y agua. Agregar la formula al agua del baño y pasados unos minutos de reposo, enjuagar con agua templada.
Limón puro: friccionar las zonas con medio limón es ideal para quitar las marquitas rojas que suelen quedar después de la depilación con cera o cremas.
Aceite ultrahidratante: colocar en un recipiente 3 cucharadas de aceite de palta, 3 cucharadas de aceite de almendras y dos cucharaditas de aceite de germen de trigo. Revolver y agregar unas 5 gotas de aceite esencial de manzanilla y otras 5 de aceite esencial de geranio. Mezclar y verter en un envase con tapa a rosca. Agitar enérgicamente y aplicar sobre la zona afectada.
Loción de malva: hervir 50 gramos de flores de malva en 500 c/c de agua. Después de 15 minutos retirar del fuego. Colar y aplicar sobre la piel con la ayuda de un guante de crin.