Las abuelas preparaban una sopa de ajo que para la retención de líquidos era mano de santo. La preparaba como se suelen preparar normalmente, sofríes unos dientes de ajo, con pimentón, le poner trozos de pan duro y le añades agua, pero a la vez que te pongas el pan duro añádele salvia, no le da mal sabor a la sopa y es un alimento de lo más nutritiva y drenante de esos líquidos que te sobran.
Además toma cada día infusiones de cola de caballo, es una planta que se utiliza en dietas de adelgazamiento. Facilita la tonificación de los tejidos, la eliminación de líquidos y evita la flacidez una vez que los has perdido. La manera de preparar esta infusión de muy sencilla.
Pon agua sin gas a hervir, añade una cucharada de cola de caballo, que la puedes encontrar en herbolarios y es muy económica, deja que hierva cinco minutos y deja otros diez en reposo con una tapa o plato encima. Tómala con calma y relajadamente.
La cola de caballo la puedes encontrar también en capsulas con un gran vaso de agua cada vez que las tomes. Yo no me complicaría la vida…
Acompáñalo con un poco de ejercicio y el efecto se duplicará.