La exfoliación tiene un claro objetivo: renovar la piel, eliminar las impurezas y células muertas. Así la aplicación de cremas hidratantes, nutritivas y cremas bronceadoras surtirán el doble de efecto si la piel está totalmente limpia ya que la barrera protectora, ésa suciedad ayuda a que se creen pequeñas arruguitas y el bronceado cuaje a la primera y de manera uniforme.
Cada piel necesita exfoliación, todos y cada uno de los tipos. Lo único que cambia es la frecuencia de aplicación.
Las pieles secan sólo necesitan exfoliación cada 15 o 20 días, sin embargo las pieles grasas necesitan exfoliación cada 6 o 7 días.
Si quieres probar exfoliantes naturales te recomiendo que leas estas recetas naturales;
Mezcla una cucharada de harina de avena molida con 2 cucharadas de agua de rosas, crea una pasta homogénea, añade azúcar moreno molido y mezcla de nuevo. Finalmente añade una cucharada de miel templada y bate de nuevo.
Aplícalo sobre el rostro limpio, con masajes circulares, espera que se te seque y aclara con agua
El agua de rosas lo puedes hacer tú misma, deshoja una o varias rosas pon los pétalos en agua destilada y déjalo macerar en la nevera una semana. No solo te servirá para ésta receta, también a modo de tónico o para lavarte el rostro cada mañana y cada noche
En las zonas más delicadas como las del cuello y escote tienes que recurrir la exfoliantes extremamente suaves para tratar a tu piel como se merece.
Mezcla en un cuenco 2 cucharadas de aceite de semillas de uva u oliva, 2 gotas de aceite esencial de limón y 70 gramos de maicena, mezcla bien y aplica por cuello y escote, mantenlos unos minutos y aclara con abundante agua templada y para acabar con agua fría