La mayoría de las mujeres sentimos mucha presión por lucir un cuerpo escultural, sin embargo la palabra escultural es muy subjetiva y cada quien puede interpretarlo a su manera, algunas lo definen como ser delgada y atlética mientras que otras preferimos tener curvas y carnita.
Si embargo para la segunda opción, hay un tema delicado que es el que regularmente traiciona nuestro cuerpo de ensueño y a esto yo le llamo “la ropa”. Díganme si no, pues cuántas veces nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo cuando lo miramos en ropa interior o bien cuando nos subimos a la báscula, pero el encanto se termina al ponernos alguna prenda que nos aprieta de más.
Al descubierto nuestro cuerpo se torna firme y curvilíneo no obstante la ropa que adquirimos no está hecha a la medida y aunque busquemos las tallas adecuadas a veces el tipo de corte o qué sé yo, hace que luzcamos con un cuerpo diferente al que hemos logrado.
Y si la pelea frente al espejo no fuera suficiente, este tema puede también afectarnos emocionalmente y predisponernos a una imagen que no es real, por ello no debemos dejarle todo a la ropa o a la imagen que ésta nos de y si así lo haceos es conveniente saber elegir las prendas adecuadas.
Antes de ser madres, muchas mujeres gozamos de cuerpo esbeltos, firmes y planos con lo que no tenemos que prestar atención con tanto detalle a la ropa que adquirimos, pero esto suele cambiar después de unos años o cuando nos volvemos mamás, sin embargo no tiene por qué ser un tema negativo, al contrario, nos hacemos más conscientes de nuestra forma y lo que mejor le sienta.
Ya no sólo tomas lo primero que encuentras en el aparador sino que vas recorriendo la tienda probándote pieza por pieza, ¿no crees que puede ser más divertido?
Para resumir esta primera parte en conclusión hablamos de adaptar nuestros hábitos de vestimenta a un cuerpo más voluptuosos sin que éste se vea mal, al contrario resaltando ese contorno de mujer y para ello hay una gran variedad de prendas que si las sabemos utilizar pueden sentarnos muy bien y así logres sentirte cómoda con tu cuerpo ya sea con ropa o sin ella.
Somos muchas las mujeres que tenemos una percepción de nuestro cuerpo al mirarnos al espejo antes de vestirnos pero ésta cambia una vez que nos colocamos alguna prenda.