Uno de los remedios más antiguos que existen para frenar la caída del cabello es la loción de limón, un remedio que, dicen, ya utilizaba Cleopatra para frenar la alopecia galopante de su amado Julio Cesar. Se prepara dejando macerar durante toda una noche un diente de ajo partido por la mitad, en el zumo de medio limón natural exprimido. Al día siguiente, se retira el ajo, cuélalo para quitar la pulpita, ya que si no, es incomodo quitarla de pelo y se aplica el zumo sobre el cuero cabelludo realizando un suave masaje a círculos por todo el cuero cabelludo. Deja que actúe unos tres cuartos de hora y lava la cabeza con champú, como haces normalmente. Si no aclaras bien el cabello corres el riesgo de que tu cabello al sol aclare su color. Repite la operación dos o tres veces a la semana durante un mes. Repite el tratamiento un mes sí y otro no.
