Sabias que una de las mejores maneras de oxigenar tu piel es el té blanco. Las pieles asfixiadas por aires acondicionados, por humos bien de cigarrillos, agentes agresores externos, polución o contaminación. El poder de esta variedad tan selecta de té, radica en el alto contenido (tres veces más, que un té normal) en una sustancia llamada polifenoles (antioxidantes que aumentan las defensas y evitan los radicales libres), activan a microcirculación cutánea, la cual se ralentiza en los meses de mayor temperatura en el clima, o calores externos y artificiales como la calefacción, que retrasan el proceso del envejecimiento de la piel. También es un buen aliado para la prevención del cáncer.
Perfecto aliado ante las enfermedades del corazón, regulando los niveles de triglicéridos y colesterol.
Gracias a su alto contenido en fluor, es una buena protección contra la caries.
Es perfecta para aumentar la concentración, la memoria y combate la fatiga (mental y física) aunque no es tan excitante, ya que contiene la mitad de teína que el té verde.
Si tu problema es la obesidad, el té blanco es tu solución, ya que su contenido en calorías es nulo, por su agradable sabor, es fácil incluirlo en nuestra dieta.
Tiene alto poder diurético y elimina grasas
